Ayuda a transformar vidas de animales abandonados.

Cinco bolitas de vida en el monte: moscas, miedo y un final que salió bien

Encontramos cinco cachorros en un matorral, encogidos sobre una “cama” de hojas húmedas. Olor fuerte, moscas por todas partes, dos con los ojos pegados por secreción. Una escena que aprieta la garganta — y que, por desgracia, es común.

Recibimos el aviso por el grupo del barrio: “Hay unos perritos aquí, están llenos de moscas…”. Cogemos transportines, suero, guantes, manta y vamos.

El rescate (paso 1: sacarlos del riesgo)

  • Lugar: sendero detrás del río, cerca de un cultivo.

  • Condición: delgadez, deshidratación leve a moderada, hipotermia en dos, miasis (larvas de mosca) en la piel de tres.

  • Primer cuidado in situ: abrigo (piel con piel + manta), suero oral en pequeñas dosis, retirada superficial de larvas visibles, repelente específico alrededor (nunca sobre piel herida).

La regla es simple: calma, calor y seguridad. Sin correr, sin ruido. Los cinco vinieron en cajas forradas, con botellas de agua tibia envueltas en toalla.

Protocolo de emergencia (paso 2: limpiar, tratar, estabilizar)

En la clínica veterinaria colaboradora:

  1. Triaje completo: temperatura, hidratación, glucemia, auscultación.

  2. Retirada de larvas con técnica y pomada apropiada.

  3. Baño médico tibio (corto), secado rápido, calor controlado.

  4. Antibiótico/antiinflamatorio cuando está indicado, analgesia ligera.

  5. Desparasitación interna y antipulgas adecuados a edad/peso.

  6. Fórmula láctea (para quien no aceptaba comida húmeda) y tomas cada 3–4 horas.

  7. Aislamiento durante 48–72 h para monitorizar heces, vómitos y fiebre.

  8. Pruebas rápidas cuando es necesario.

Detalle que salva: el calor. Un cachorro con frío no come y se deshidrata más rápido.

Las primeras 72 horas: punto de inflexión

  • Día 1: somnolientos, poca aceptación de alimento; prioridad: hidratar y calentar.

  • Día 2: dos empezaron a morder la tetina del biberón (¡victoria!), tres aceptaron papilla.

  • Día 3: los cinco ya respondían al contacto, mirada más viva, cacas con forma (parece tonto, pero es signo de recuperación).

Les pusimos nombres sencillos para seguir su evolución: Sol, Río, Lola, Duque y Pipo.

Rehabilitación: rutina que cura

  • Comidas pequeñas y frecuentes, sin forzar.

  • Higiene diaria de las zonas antes infestadas, cambio de curas.

  • Enriquecimiento ambiental: olores, juguetes ligeros, cueva con manta.

  • Socialización positiva: brazos cortos, ruidos cotidianos, visitas breves de voluntariado.

  • Registro de peso cada día — ¿subió? se celebra.

A los 10 días, los cinco estaban activos, pidiendo atención y peleando por la misma pelotita como si fuera trofeo.

Lo que tu ayuda paga — sin rodeos

  • 3 €: comida húmeda/láctea para 1 día del grupo.

  • 10 €: antiparasitarios + material de curas.

  • 25 €: vacunas + microchip para uno de los cinco.

  • 45 €: cubre parte de la esterilización y pruebas básicas.

Sin donaciones, las cuentas no cuadran. Con donaciones, la historia cambia de dirección.

Adopciones: cinco casas, cinco comienzos

Tras vacunar y poner microchip, abrimos el proceso de adopción responsable (entrevista, compromiso, orientación).

  • Sol se convirtió en compañera de paseos de una señora que vive cerca del parque.

  • Río consiguió un patio con niños (y una pelota “oficial”).

  • Lola es la sombra de una adolescente lectora — ahora duerme al lado de los libros.

  • Duque encontró hogar con otro perro mayor, que se volvió su profesor de siestas.

  • Pipo conquistó a una pareja recién jubilada; dicen que él “organiza” el sofá.

Recibimos fotos, vídeos y relatos. El antes/después es para llorar de alivio.

Por qué la ONG es la diferencia entre “sobrevivir” y “vivir”

Porque tener red lo cambia todo:

  • Rescate seguro (sin poner en riesgo a personas ni animales).

  • Atención veterinaria inmediata y continua.

  • Acogida (refugio y casas de acogida) que dan rutina y afecto.

  • Prevención: esterilización, vacuna, chip — fin del ciclo del abandono.

  • Adopción responsable y seguimiento para que salga bien de verdad.

  • Transparencia: recibos, informes, rendición de cuentas.

Sin esto, esos cinco serían estadística triste. Con esto, son historias de familia.

Cómo transformas la próxima historia

Donar ahora: tarjeta, PayPal, Apple Pay, Google Pay.
Donando 3 € – 10 € – 25 € o 45 €.
Hoy, un perro y un gato dormirán seguros. Con tu ayuda.
Haz clic en Donar y escribe con nosotros el próximo final feliz.